Desde la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo, el Programa de Educación de CIPPEC trabaja en el monitoreo de su cumplimiento. Este proyecto, cuyos avances fuimos publicando en una serie de informes anuales disponibles en www.cippec.org/mlfe, llegó a su fin la semana pasada con la presentación del Informe Final de Monitoreo de la Ley de Financiamiento Educativo.

El informe revela que tanto la Nación como las provincias cumplieron con la Ley de Financiamiento Educativo, lo que permitió aumentar la inversión en educación del 4 % al 6,2 % del PBI.

El contexto fiscal de este incremento fue el aumento del gasto público total y de la recaudación impositiva: el gasto público consolidado pasó de representar 32% del PBI en 2005 a 43,2% en 2009 (último dato disponible), y la presión tributaria consolidada llegó a 33.5% del PBI en 2010, cuando en 2005 era 26,9%. Por eso, el Gobierno Nacional no necesitó aumentar el porcentaje del gasto total destinado a educación, que se mantuvo prácticamente estable durante este período (alrededor del 8%).

También se lograron grandes avances en las metas educativas vinculadas con la inclusión y la equidad educativa. En el ámbito urbano se pasó de una cobertura del 87% en 2005 en la población de 5 años, a un 98% en 2010. La matrícula de la sala de 4 años, por otra parte, creció un 25%, y pasó de 415.000 alumnos en 2005 a 512.000 en 2010.Además, la tasa neta de escolarización del 25% más pobre de la población aumentó en secundaria del 67,4% al 78,4%. No lo destacaría acá

Habiendo finalizado el período de implementación de la Ley, restan algunos desafíos pendientes. En el plano presupuestario, lo que la ley no logró revertir son las brechas en la inversión educativa entre las provincias, producto de la desigual disponibilidad de recursos fiscales: así, en 2010 no cumplieron con la meta de financiamiento Corrientes, Salta, Santiago del Estero y San Luis. En cambio, Santa Cruz (76% encima de la meta), Formosa (25%) y Santa Fe (21%) son las que más holgadamente cumplieron.

En el plano educativo, algunas metas explícitas de la Ley no se cumplieron, como la extensión de la jornada escolar hasta cubrir al 30% de los alumnos de la educación básica (en 2010, sólo alcanzaba a poco más del 8%). A su vez, los datos comparativos internacionales siguen mostrando falencias y desigualdades importantes en los logros de aprendizaje de los alumnos.

Tras el fin del período de implementación, entra en vigencia la Ley de Educación Nacional, que fija un piso de inversión consolidada en educación exclusivamente equivalente en 6% del PBI. No obstante, al igual que la Ley Federal de Educación, no se establece cuánto debe invertir cada nivel de gobierno y cada jurisdicción, especificación que ha sido clave para el cumplimiento de la Ley de Financiamiento Educativo.

En este contexto, desde CIPPEC nos preguntamos: ¿es suficiente el 6% del PBI? ¿Deberían utilizarse otros indicadores para orientar la inversión? ¿Qué objetivos educativos deberían ser priorizados y financiados en los próximos años? ¿Cuál será el rol de cada nivel de gobierno en el financiamiento de la educación? ¿Cómo se reducirán las brechas en la inversión educativa de las provincias? Todos los sectores sociales y políticos deberían involucrarse en los importantes debates que abren estas preguntas.