viernes 1 de julio de 2011

Extender la jornada escolar para cambiar la matriz distributiva

El Memo de Educación del proyecto Agenda presidencial  incluye una meta fundamental para mejorar la calidad educativa y la justicia social: extender la jornada escolar para al menos el 30% de los alumnos más vulnerables del nivel primario. Hoy apenas el 6% de los alumnos asiste a escuelas de jornada completa, lo que vulnera la meta establecida por el artículo 2 de la Ley de Financiamiento Educativo. Esa meta no sólo debe cumplirse sino que fundamentalmente debe planificarse muy bien y ejecutarse desde el Ministerio de Educación de la Nación.

Varios países de la región iniciaron recientemente experiencias de extensión de la jornada escolar, especialmente Chile -de forma masiva- y en Uruguay y México. En la Argentina, la ciudad de Buenos Aires, Mendoza, la provincia de Buenos Aires y, más recientemente, se destacan las experiencias de Córdoba y Río Negro.

Estas experiencias indican que existen diversos modelos de extensión de la jornada escolar: lo importante no es ofrecer más horas de clase sino qué modelo se elige y por qué.

Nuestra propuesta es crear una escuela de jornada extendida pero con horarios amplios y flexibles. Concretamente, una escuela que abra a las 7:30 y cierre a las 18 (o incluso más tarde), pero donde la jornada de clases sea de 9 a 15, con una hora de comedor en el medio. Fuera del horario de clases, la escuela tendría que tener el personal suficiente para atender a los alumnos, que podrían realizar tareas, tener conexión a internet con sus netbooks, estar en la biblioteca, hacer deportes, jugar, etc.

¿Por qué este modelo? En primer lugar porque es menos costoso que la jornada completa (dado que fuera del horario estricto de clases el personal a cargo sería menos numeroso) y, a la vez, es una escuela que permite que los padres de los niños puedan trabajar en diversos horarios y adecuarse a su contexto laboral. A su vez, es una escuela pensada para el futuro, sin necesidad de horarios de entrada y salida (salvo los referidos a las horas estrictas de clase), donde los alumnos pueden hacer actividades no basadas en el “método-aula”, y aprovechar especialmente la conexión a internet para usar las computadoras o para hacer actividades de socialización vinculadas con la escuela.

Pero más importante aún, en el modelo lo central son los contenidos. Una escuela de jornada extendida es el vehículo más estructural para generar oportunidades reales a los sectores populares. Hoy cuatro horas de clase no alcanzan. La jornada extendida puede abrir espacios de educación artística, deportes, tecnología, idiomas, y ampliar los criterios y posibilidades de expresión y éxito de los alumnos.

En una escuela de jornada extendida no debería existir la repitencia, un flagelo que no soluciona problemas de aprendizaje y condena a los alumnos a la estigmatización y al fracaso futuro. Con tiempo suficiente, las escuelas deberían encontrar los métodos pedagógicos para personalizar la enseñanza y que todos adquieran las competencias correspondientes a su año escolar.

Para garantizar el éxito de esta política deben cumplirse dos condiciones: debe ser una iniciativa nacional, porque sólo así llegaría a los sectores más pobres de todo el país; y debe ser muy bien planificada para lograr un verdadero cambio en la vida de las escuelas y en la vida de los alumnos. No puede tratarse de más horas de lo mismo ni de una política gradual y acomodaticia. Debe ser una verdadera política de ruptura, como la asignación universal, como Conectar Igualdad; una verdadera política redistributiva, porque implica dar sustantivamente más recursos –mediante las capacidades autónomas que genera la educación- a los sectores más vulnerables.

El costo total de esta política es inferior al costo de no aumentar el mínimo no imponible de ganancias -como lo hemos señalado en otra nota: aproximadamente 2550 millones de pesos (para los primeros años, que requieren la construcción de nuevas escuelas). Si pudiésemos redistribuir los recursos del 5% más rico de la población que paga el impuesto a las ganancias y dirigirlos con más y mejor educación para los sectores más pobres estaríamos cambiando profunda y estructuralmente la matriz distributiva de la Argentina en el futuro.

 

Cantidad de Comentarios 6
Comentarios

Cecilia Gil

viernes 1 de julio de 2011
Esta propuesta me parece muy interesante y bien fundamentada, ya que con más oportunidades de educación para los sectores más pobres se puede lograr un cambio en la calidad de vida de nuestros niños. Si se concreta esta propuesta se puede aprovechar también la oportunidad para fomentar el arte como forma de expresión y creatividad, el cual está muy olvidado en los sistemas educativos y a través de él se potenciaría las capacidades de cada alumno.

javier albariño

domingo 3 de julio de 2011
estoy de acuerdo con los programas de inclusión y la extensión de las horas de clases con actividades de educaciñon formal y no formal, sobre todo porque el tiempo que los chicos tanto de edad de educación primaria como de secundaria, no lo usan en la escuela y teniendo en cuenta que los padres estan trabajando la mayor parte del dia, no lo usan en su formación. Pero hay dificultades de fondo que el Estado debe solucionar para que las políticas de inclusion y demás tengan efecto. Por ejemplo los edificios escolares. En la Provincia de Salta se comparten los edificios entre las instituciones educativas de distintos niveles inclusive. El 100 % de las instituciones de nivel superior de la Provincia de Salta no tienen edificio propio. En la localidad de Embarcación, hasy un edificio donde funcionan 3 instituciones educativas incluida la de nivel superior, transitan alrededor de 1600 personas todos los dias. Es imposble hablar de calidad educativa con estas realidades.

maria

lunes 4 de julio de 2011
acuerdo absolutamente con este artículo y agrego que un punto fundamental es la formación del personal docente, ya que he tenido oportunidad de trabajar con docentes de una escuela de jornada extensa en el transcurso de mi tesis de maestria, y encontre como principal hallazgo de mi investigación, que los docentes consideraban la jornada extensa como el principal obstaculo para la convivencia.

Miguel

domingo 20 de mayo de 2012
Necesito mas información en relacion a esta modalidad, ya que me encuentro por realizar un proyecto para proponer esto en mi provincia, Santiago del Estero

graciela Encina

jueves 23 de agosto de 2012
Hola quiero saber cuantas horas debemos tener despues del almuerzo con los niños. por que en mi escuela no sabemos.

dani

martes 12 de marzo de 2013
hola soi dani y nasecito que es lajornada democratica

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