viernes 8 de julio de 2011
Pasaje al sector privado en las provincias
Entre 2002 y 2009 la proporción de alumnos que asisten al sector privado creció un 3,5%, pasando de representar el 23,8% del total de los alumnos al 27,2%.
Se trata de un aumento notable, que tiene al menos dos facetas posibles de explicación. La primera se refiere al crecimiento económico: la tendencia histórica indica que en momentos de crecimiento las familias tienen más recursos y pueden pagar escuelas privadas (de distintos valores según los estratos sociales). La segunda explicación abre un interrogante acerca de hasta qué punto la oferta del sector estatal o las condiciones educativas de las escuelas públicas no están logrando atraer a las familias. No sabemos el peso exacto de estos dos factores, pero seguramente es una combinación de ambos lo que debe analizarse en profundidad en cada contexto particular.
Las diferencias en estas tendencias entre las provincias son importantes. Si bien se trata de una tendencia compartida, tiene muy distinto peso en cada jurisdicción. En un extremo se encuentran Formosa, Tucumán y Misiones, donde menos aumentó la proporción de alumnos en escuelas privadas. En cambio, en la provincia de Buenos Aires se observa el otro polo: la matrícula privada creció del 29,5% al 35,1%. Incluso, dentro de la provincia se observa que el lugar de mayor pasaje al sector privado en todo el país es el Conurbano Bonaerense, donde la matrícula del sector estatal disminuyó su participación en el total un 6,8%.
Algunas de las causas de este proceso pueden analizarse en un artículo previo sobre la educación pública en la provincia de Buenos Aires.
Estos datos son sólo la punta del iceberg. Es necesario debatir a fondo la recuperación de la educación estatal como ámbito de integración social y de garantía de derechos.
Las escuelas privadas cumplen un rol fundamental en el sistema educativo, generan diversidad pedagógica, favorecen la educación en cultos religiosos, entre otras dimensiones. Pero el pasaje al sector privado nos alerta sobre un proceso de dualización y fragmentación educativa.
En los años recientes los paros y el ausentismo docente se han convertido en factores cada vez más protagónicos del pasaje al sector privado. El resultado afecta profundamente el presente y el futuro de las escuelas estatales. Estos datos no pueden estar ausentes en todas las discusiones, ámbitos de debate y toma de decisiones de los defensores de la escuela pública, entre los cuales ocupan un rol central los sindicatos docentes.
La reciente política de entrega de computadoras para los alumnos de escuelas estatales es un paso para buscar recuperar la iniciativa. Pero es clave pensar la agenda de políticas futuras para potenciar y fortalecer la educación pública y para lograr acuerdos sustentables sobre las condiciones de trabajo de los docentes.
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