El nuevo gobierno de Chile, encabezado en la cartera educativa por el ministro Joaquín Lavín, durante el año 2010 dio un paso más al extremo del modelo de competencia entre escuelas basado en los rankings de la calidad.

El Estado chileno financia en relación con la cantidad los alumnos que asisten a cada escuela. A partir de la implantación de este modelo durante la dictadura de Pinochet, las escuelas estatales y privadas compiten entre sí por los mismos recursos para capturar alumnos y recibir financiamiento estatal. 

A esto se sumó años después el SIMCE, el sistema de evaluación de la calidad educativa censal que difunde los resultados de las escuelas públicamente a través de los diarios nacionales, creando rankings de resultados por localidad.

En el año 2010 este sistema vivió una nueva transformación hacia la idea de un mercado más perfecto que haga actuar casi mágicamente a la competencia para mejorar la calidad. Así se crearon los semáforos escolares. El ministro de Educación, Joaquín Lavín y el Presidente de la República, Sebastián Piñera, firmarán una carta dirigida a cada familia donde figura el mapa de su localidad y en rojo, amarillo y verde las escuelas existentes, coloreadas según sus resultados de calidad. Aquí puede verse un ejemplo concreto.

Diversas críticas se suscitaron ante esta medida. La primera de ellas remarca que las escuelas no están diferenciadas según el contexto socioeconómico de los alumnos. Dado que su situación social es un factor altamente determinante de los resultados de aprendizaje no resulta casual que todos los rojos se ubican en las zonas sociales más críticas. En realidad, se trata de mapas sociales más que de logros de las escuelas. 

El efecto de estigmatización de las escuelas más pobres es inevitable, a la vez que parece condenarlas al fracaso en una categoría analítica tan brutal como simplista. Se supone que tres colores deben bastar para elegir la escuela, huir de los rojos y dejarlas sin alumnos, hasta que naufraguen lentamente sin financiamiento y desaparezcan del mapa. 

Véase un análisis agudo de la medida por parte del especialista chileno García Huidobro.

La medida fue tan criticada por especialistas y docentes que se esperaba para el presente año un cambio tendiente a des-semaforizar la educación.