lunes 25 de marzo de 2013

Sugata va al Conurbano Bonaerense

Sugata Mitra es una de las grandes personalidades educativas del presente. Un "pedagogo del futuro", como podría ser denominado en su cruce de intervenciones pedagógicas, reflexiones, experimentos con tecnologías y emprendimientos a escala global.

Tal es así que hace poco menos de un mes ganó el prestigioso premio TED 2013, que consiste en un millón de dólares para implementar su iniciativa "Una escuela en la nube" (School in the Cloud), que intenta inspirar a millones de niños en la India a través de un modelo de enseñanza y tutoría on line.

Sugata es un experimentador y un provocador pedagógico. Su primer gran ensayo se llamó "El agujero en la pared" (Hole in the Wall), que puede ser visto contado por él mismo en su primera charla TED.

El experimento consistía en poner una computadora en un poblado rural de extrema pobreza en la India y dejar que los niños locales aprendan solos. Con la misma filosofía Sugata se embarcó en diversos experimentos de "educación sin mediación docente". Así comprobó que los alumnos podían aprender idiomas completos en poco tiempo solos interactuando entre ellos y las computadoras.

Hace unas semanas Sugata Mitra estuvo en la Argentina. Como no es un personaje convencional, pidió ir a una escuela y hacer un experimento. Fue a una escuela real. Una escuela secundaria pública de pleno Conurbano Bonaerense. 

Es cierto, se trataba de una escuela de jornada completa con un excelente cuerpo directivo. Pero sus alumnos son los jóvenes de carne y hueso reales del Conurbano. 

Sugata fue a desafiar los límites convencionales de la educación.

Propuso un ejercicio para lograr dos objetivos: 1-Que investiguen solos, sin mediación docente, 2-Que se apasionen por el aprendizaje.

Tuvo una hora apenas para lograrlo.

¿Lo logró?

La respuesta pueden verla todos en este fabuloso video que forma parte de nuestra colección de reflexiones pedagógicas en Las 400 clases. También puede leerse el relato de Vera Rexach, para Ibertic, OEI.

Es una respuesta que merece análisis y reflexión. ¿Qué logró Sugata en una hora de Conurbano profundo?

¿Fue un simple experimento con cámaras y muchos adultos, artificial, que los alumnos olvidaron pocos días después? ¿Fue un frustrado intento en otro idioma, en demasiado poco tiempo, y que no logró sus mínimos objetivos? ¿Fue un falso derrotero de la educación espontaneista mediada por internet?

¿O fue una sacudida que muestra el potencial de romper los moldes, de abrirse a los alumnos, de hacerlos protagonistas?

No tenemos respuestas claras. Sólo sabemos que el intento y su filmación nos abren la caja negra de la necesidad de repensar nuestro hacer pedagógico junto a nuestros jóvenes reales, en las aulas reales, en el tiempo presente. Querríamos ver muchos Sugatas, especiales, innovadores, apasionados por la enseñanza y con una confianza plena en el potencial de los alumnos.

 

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