En los días recientes un informe de tapa del diario Clarín desató la polémica sobre el pasaje de los alumnos a la educación de gestión privada.

En base a datos sistematizados por la Fundación CEPP, la nota remarca el aumento de la inscripción de alumnos en escuelas privadas en el primer grado.

La respuesta no se hizo esperar y fue el propio ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, quien firmó una nota en Página 12, respondiendo al informe.

Allí el ministro destaca que los datos del informe del CEPP son sólo en base a la EPH que es una muestra de hogares urbanos y que el Ministerio publica datos para todo el país, rurales y urbanos. En base a esa información, el ministro indica que en los años recientes el fuerte pasaje de alumnos de escuelas estatales a privadas se frenó, algo que coincide con una nota que publicamos recientemente en este blog.
Efectivamente, los datos globales indican un freno del pasaje al sector privado desde 2008, luego de un crecimiento muy fuerte entre 2002 y ese año.

Participación de la matrícula del sector privado en la matrícula total

Total país - Educación formal

Una de las hipótesis centrales del freno del pasaje al sector privado que menciona la nota del ministro es la aparición de dos fuertes políticas nacionales en 2010: la Asignación Universal por Hijo (una transferencia condicionada a la asistencia a la escuela) y Conectar Igualdad, que reparte netbooks a todos los alumnos de escuelas estatales secundarias.

De la nota del ministro también se desprende una mirada crítica a la escuela pública, que "no revierte su imagen de institución atravesada por conflictos constantes", especialmente en el nivel secundario.


Para profundizar el análisis de la comparación entre la educación estatal y privada, se recomienda un reciente documento de Gustavo Gamallo, con datos y entrevistas en sectores populares. También sugerimos la lectura del trabajo de Leonardo Gasparini y otros investigadores del CEDLAS publicado a fines de 2011, que analiza la creciente segregación social entre el sector público y el sector privado desde la década de los ochenta hasta nuestros días.

En ambos documentos se destaca que la escuela privada se ha convertido en muchos casos en un refugio de protección, cuidado y contención que hace que muchas familias estén dispuestas a pagar por una mercancía educativa que podrían obtener de forma gratuita (o casi, dado que también hay costos de transporte, cooperadora y materiales) en el sector estatal.

Estudios similares sobre los factores de elección de las escuelas y las regulaciones del Estado pueden hallarse en informes previos de Cecilia Veleda (ver Mercados educativos y segregación social  y Efectos segregatorios de la oferta educativa).

A su vez, se destaca la publicación en estos días del libro "Mapas y recorridos de la educación de gestión privada en Argentina", compilado por Roxana Perazza. Allí se analiza entre otras cuestiones la historia de los subsidios a la educación privada, un tema trabajado por CIPPEC con datos inéditos sobre la distribución de los aportes en las escuelas de la provincia de Buenos Aires.

Esperamos que estas publicaciones amplíen el horizonte de las discusiones y permitan la comprensión profunda de la problemática sociológica y política de la educación de gestión privada en la Argentina.