Hace pocos días la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Equidad y Calidad de la Educación, en base a un acuerdo político entre el oficialismo y la Concertación (que gobernó el país durante 20 años, hasta el año pasado, cuando Sebastián Piñera asumió la Presidencia).

La Ley marca grandes cambios en un sistema educativo ya de por sí cargado de reformas en las últimas tres décadas. Cabe recordar que desde la Dictadura de Pinochet instaló el sistema de financiamiento por demanda, que incentivó la creación de numerosas escuelas particulares privadas, que hoy atienden a la mitad de la matrícula. Posteriormente, hubo sucesivas reformas en el período democrático, siempre ambivalentes entre fortalecer los mecanismos de regulación de mercado y compensar desde fuertes políticas estatales.

Las principales definiciones de la nueva Ley abarcan:

-La creación de fondos específicos de financiamiento educativo, especialmente para paliar la crítica situación de la educación municipal (pública). Gran parte de estos fondos serán concursables, promoviendo la competencia entre los municipios.

-Se incrementan los mecanismos de pago por resultado para los docentes, ampliando hasta el 30% del salario la asignación variable por desempeño.

-Se crearán concursos a término para el acceso a los cargos directivos y se facultará a los directores a tener más atribuciones en la gestión institucional, entre ellas la posibilidad de despedir al 5% de la planta y seleccionar a su equipo directivo. Se asume como central la función del directivo y se aumenta su salario en correlación con el incremento de sus facultades.

-Se crea un bono de retiro para los docentes de mayor antigüedad, incentivando la renovación de la planta docente.

-Se brinda autonomía a los sostenedores (municipios y dueños de escuelas particulares) para que creen mecanismos de evaluación de los docentes, paralelos al sistema nacional de evaluación que ya existe hace una década.

El paquete de reformas implica una modificación sustancial del Estatuto del Docente y se trata de una reforma que ha suscitado numerosas polémicas, por su orientación hacia los incentivos, la competencia y la regulación de mercado. Véase algunas notas de prensa, críticas del ámbito académico y político, repercusiones en el campo político y rechazos sindicales.