El sistema educativo argentino enfren­ta hoy complejos desafíos. Los aprendizajes de los alumnos están por debajo de los logrados por otros países latinoamericanos con similares o inferiores condiciones sociales, hay fuertes desigualda­des según provincias y escuelas, y persisten las dificultades en las trayectorias escolares (repitencia y abandono). La política educativa de los últimos años ha dado pasos fundamentales para mejorar esta situación, pero son aún insuficientes.

A su vez, y a pesar de que los gobiernos provinciales son los princi­pales responsables de la gestión, predomina una cosmovisión centralista y poco se sabe sobre las políticas subnacionales. Por eso, es importante aprender de las experiencias interesantes de política educativa de las jurisdicciones. Tal es el caso de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Río Negro que, entre 2007 y 2011, bajo gobiernos de distinto signo político, adoptaron caminos diversos pero presentan cualidades que las distinguen.

La gestión bonaerense intensificó y reformuló la capacitación docente, la supervisión de las escuelas y la dotación de libros de texto, en torno de una reforma curricular en todos los niveles educativos que apuntó a una orientación más precisa de la enseñanza. En Santa Fe la recuperación integral de la docencia a través de la mejora de las condiciones de trabajo y la formación, buscó generar las motivaciones y capacidades de enseñanza autónoma. En Río Negro, la extensión de la jornada escolar en el nivel primario y la reforma curricular en el nivel secundario se conjugaron con la introducción de las TIC, para promover la innovación pedagógica y reducir el fracaso escolar.

La comparación de los tres casos abre estimulantes preguntas de política educativa. En el plano de las políticas pedagógicas, ¿cuáles son los dispositivos más eficaces para la mejora educativa? ¿Cómo conjugar el apoyo técnico a los docentes con el fortalecimiento de su autonomía? ¿Cómo cuestionar el molde homogéneo y anquilosado del formato escolar tradicional sin que las innovaciones pierdan el foco en los aprendizajes prioritarios? En el plano presupuestario: ¿Cuáles son los márgenes de acción de las provincias perjudicadas por la coparticipación federal de impuestos, como estas tres provincias? Los tres casos muestran la dificultad de implementar políticas costosas, como la extensión de la jornada, y al mismo tiempo sostener un salario comparativamente alto.

Los efectos de las políticas implementadas son aún inciertos, no solo porque continuarán manifestándose en los años veni­deros, sino por las características de la información disponible. Los indicadores de pasa­je de los alumnos por los sucesivos tramos de la escolarización son publicados con atraso y la ca­rencia de evaluaciones nacionales censales más frecuentes en el nivel primario y secundario limita las posibilidades de estimar los impactos.

Más allá de las diferencias y de los debates abiertos, las tres gestiones presentan rasgos comunes para destacar. Ante todo, el haber priorizado la inversión educativa, el haber logrado un fuerte lide­razgo político-educativo de los ministros y el haber conformado un equipo de agentes públicos sólido y estable. Este escenario de partida se combinó con la identificación de los problemas más importantes y una visión precisa de las transformaciones necesarias. En condiciones estratégicas y con fines claros, las tres gestiones supieron seleccionar y articular determinados dispositivos de intervención sobre la vida de las escuelas, en lugar de improvisar acciones o sumar recursos inercialmente. 

En un país federal es clave fortalecer la transferencia de experiencias de gobierno entre las provincias. No solo hay que criticar la falta de políticas o mirar excluyentemente fuera del país, hay mucho por aprender de lo que ya se hizo o se está haciendo en varias provincias argentinas. 

*nota escrita por Cecilia Veleda, codirectora del Programa de Educación de CIPPEC. Publicada en el diario Clarín el 19/11/12.