Provocativa cita tomada del libro The Interactive Whiteboard Revolution (La revolución de las pizarras interactivas), de C. Betcher y M. Lee, ACER Press, Australia, 2009:

"Existe la creencia general entre muchos e importantes especialistas educativos que éste es el momento para que la escuela responda ante los cambios culturales impulsados por la tecnología que están teniendo lugar en la sociedad y que si los sistemas educativos no se adaptan o no responden a ese cambio ahora pueden peligrosamente convertirse en irrelevantes. Algunos han sugerido que el 2014 será un año de inflexión. Las escuelas que no adopten ese sentido de urgencia en realizar estos cambios se enfrentarán a una gran lucha por mantener su relevancia ante sus estudiantes. Si hasta ahora la formación de su personal en programas TIC fue descuidada, se realizó a medias o fue relativamente ineficaz, ahora es el momento para realizar el enfoque apropiado".

¿Podemos predecir los efectos de la aceleración tecnológica sobre el sentido social de la educación? ¿La brecha entre la cultura de las nuevas tecnologías y consumos culturales de los alumnos y la cultura escolar se ensancha hasta un punto sin retorno en el futuro cercano? ¿Cómo corre esta carrera la política educativa? ¿Puede hacerse política educativa "en paralelo", creando al mismo tiempo condiciones de acople tecnológico (como con el programa Conectar Igualdad) y de reflexión crítica sobre las nuevas esferas culturales?

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