jueves 10 de noviembre de 2011

Por qué es tan importante la distribución de la riqueza

Es bastante obvio que la mayoría de las personas (no todas, y en algunos países quizás ni siquiera la mayoría) está de acuerdo con tener sociedades más justas, donde la desigualdad de los ingresos sea lo más baja posible. 

 

Pero muchas personas seguramente tengan dudas de qué tan beneficiosa puede ser la igualdad con el conjunto de la sociedad, temiendo que implique "menor crecimiento" o "menor calidad de vida", ya que las sociedades igualitarias pueden parecen enemigas del capitalismo y del progreso, que por vía darwiniana traen la competencia y, por ende, el "temor a la derrota" que impulsaría al desarrollo.

 

Richard Wilkinson es un especialista en la temática y se ha dedicado en los últimos años a estudiar comparativamente distintos países e indicadores diversos de sus sociedades y estructuras económicas. Véase un breve video donde expone sus conclusiones.

 

Los datos que ha reunido son serios, rigurosos y aplastantes en sus conclusiones: en todos los indicadores sociales los países más igualitarios están mejor posicionados que los más desiguales (entre todos los países desarrollados). 

 

Existe una correlación muy alta entre los países más igualitarios y una mayor expectativa de vida, mayor calidad educativa, mayor movilidad social y confianza entre las personas, menor mortalidad infantil, menos homicidios, violencia, personas encarceladas, embarazos adolescentes, obesidad, enfermedades mentales, alcoholismo, adicción a las drogas, entre otros indicadores sociales. 

 

Esta nueva evidencia brinda datos reveladores acerca de la importancia de la distribución de la riqueza para tener una vida más digna como sociedad.

 

No casualmente los países más igualitarios también son los que tienen mejores resultados de calidad en las pruebas internacionales y logros más equitativos entre sus escuelas. 

 

Quizás debamos prestar mucha más atención a los efectos que una sociedad más igualitaria (por ejemplo, con un Estado que cobra más impuestos a los más ricos, a diferencia de lo que ocurre en América Latina donde los pobres pagan proporcionalmente más cargas impositivas) puede tener también en la calidad educativa, además de preocuparnos por las políticas específicas sectoriales para lograr mejores aprendizajes. 

 

Etiquetas: Igualdad educativa 

 

Cantidad de Comentarios 1
Comentarios

JUAN CARLOS NIEVA

lunes 14 de noviembre de 2011
muy pertinente el atículo, tenemos que ser audaces en plantear la refleçxión sobre la igualdad. Para muchos la desigualdad es natural como los pastos, no una construcción socihistórica que pone en peligro la vida en sociedad y no resiste el razonamiento más elemnetal desde un planteo ético

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