Un problema recurrente de la gestión de gobierno de la educación en las provincias es la falta de documentación y sistematización de lo realizado. Generalmente la atención de demandas inmediatas y la constante presión por resultados de corto plazo obligan a ejecutar acciones y políticas sin posibilidad de reflexionar sobre ellas o hacer un balance que permita a otros actores de fuera de la gestión conocer cabalmente lo desarrollado.
Muchas veces, incluso, esto implica subvalorar las incansables horas de trabajo de la gestión pública, que parecen invisibles a los ojos de la sociedad.
A su vez, la ausencia de un balance de gestión hace que en los recambios de gobierno o de liderazgo haya que comenzar de cero acciones que tenían una historia y, ante el reemplazo de sus autoridades, quedan en el vacío. 
La Rioja es la primer provincia que publica un balance de gestión propio de los últimos cuatro años, en un documento que muestra los avances y logros de cada área de gobierno.
Se trata de un documento cargado de datos, materializaciones de las políticas y muestras de una gestión ordenada y comprometida con su trabajo.
Seguramente en los próximos meses se sumarán documentos similares de otras provincias, como legado para construir institucionalidad en las políticas y rendición de cuentas ante la sociedad.